BALNEARIO DE LA FUENTE SANTA EN LA PALMA

CONCURSO DE IDEAS PARA EL PROYECTO DEL BALNEARIO DE FUENTE SANTA EN FUENCALIENTE DE LA PALMA. LEMA COTA 14

El paraje donde se sitúa el proyecto forma parte del Espacio Natural Protegido Monumento Natural Volcanes de Teneguía. Las coladas de las dos erupciones históricas crearon la morfología del paisaje. La intervención aquí debe ser exacta y mesurada, construir un balneario y un hotel, y al tiempo, revalorizar el lugar, debe hacerse con lo justo, no más.

La actuación en el Manantial de Fuente Santa se ha concebido como un episodio más dentro de su evolución natural, el resultado son vacíos en las entrañas de la tierra, preñados dentro de ella. El motor, el origen de todo el espacio es la caverna del manantial, su relación con la playa de Echentive y todo el borde de costa. El pozo, el vacío del atrio, es el eje conductor de esta comunicación vertical. Al ascender a la cota 14 comunica con  el balneario, el espacio se desparrama en dos alas, las piscinas y el ala terapéutica. Al seguir subiendo, el vacío conecta en la cota 24.68 con un plano que exteriormente organiza los accesos y circulaciones, al penetrar en la tierra se transforma en un aparcamiento cubierto por una plataforma de piedra volcánica.  Esta pieza se pensó como un elemento que da unidad a diferentes espacios, a la carretera, al aparcamiento en superficie, al mirador de costa, a la conexión con la montaña y al acceso al balneario. Lo unifica todo para crear una plaza, un plano que funciona como antesala de todo lo que sucede debajo. Arriba, además de  lo dicho, 55 plazas de aparcamiento, debajo 91 más. En esa cota,  la 24.68, sale un eje vectorial que se apoya en la carretera, un carril peatonal que comunica las dos zonas edificadas y las plataformas-mirador. Un poco más abajo, paralela y próxima al vial, una pasarela de madera en la cota precisa conectará directamente las entradas de los dos edificios. A partir de este eje de fuerza que canaliza la energía del lugar, se pensó en el hotel como una extensión de este flujo. Edificaciones enterradas, estrechas y alargadas que siguen las curvas de nivel y se manifiestan al exterior como pequeñas lomas escalonadas, siempre por debajo de la cota de la carretera. Los coches al otro lado del vial, con una conexión peatonal bajo tierra con el hotel. Un solo gesto, tal erupción volcánica,  activa el paisaje, lo llena de energía, casi siempre dentro de la tierra, pero a veces sale al exterior para volver a entrar en ella.

El ámbito de actuación es enorme, 29.4 Ha., y los dos edificios están muy separados, por ello, se pensó en algo más que diese unidad a la intervención y que potenciase el paisaje. Muy poca cosa, varios caminos muy sutiles, casi inapreciables, que podrían ser simplemente la misma tierra volcánica apisonada. Pequeñas sendas que faciliten el disfrute de los viajeros, de los deportistas, que al fotógrafo aficionado le permitan apreciar la belleza de algunos lugares puntuales, o que al turista exigente le autoricen a otros recorridos entre el balneario y el hotel. En el resto de los 292.825 m2 del ámbito habría que recuperar, en la medida de lo posible, el estado original del paisaje antes de la intervención humana, en especial, eliminar los invernaderos, los muros de piedra, y además, restaurar en esas zonas la capa superficial del terreno.

Al final, un hermoso paraje con un balneario y un hotel que forman parte de él.

El espacio del balneario tiene su origen en la metáfora de la cueva, el lugar que nos enfrenta con la inquietante realidad de los vacíos subterráneos que, como la caverna o la cripta de una iglesia, se hunden profundamente en la tierra. La inspiración procede de diversas experiencias, unas creadas por el hombre, como los templos monolíticos de Lalibela, en Etiopía, tallados en roca basáltica, construidos en armonía con el espacio que los rodea, o el Pozo de San Patricio en Orvieto, Italia, al borde de un acantilado, donde el hecho de penetrar en la tierra toma una potencia inusitada por que es una necesidad vital. Otras experiencias nacen de la propia naturaleza, algunas no muy lejanas al lugar, en las que el agua actúa de escultor del vacío, como el creador de la caverna. Es un intento de crear espacios donde el espectador pueda experimentar el recorrido como un ritual, en penumbra, de una forma pura y aislada del mundo exterior, para finalmente encontrarse con el principio, el agua termal de Fuente Santa.

Proyecto: Concurso de ideas para el proyecto de balneario de Fuente Santa
Localización: Fuencaliente de la Palma, Canarias, España
Autores: Jorge Salgado Cortizas / Celso López Martín

Infografía: Jaime Fernández García
Año: 2015

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